Operará
el PRI como Tribunal de Inquisición
Política
Sept.
24/2016
Fernando
Elías Calles es el Inquisidor Mayor
desde
la Comisión Nacional de Justicia Partidista
A partir de mañana lunes 26 de Septiembre,
por instrucciones de su nuevo líder Enrique Ochoa Reza, el PRI funcionará al
través de la Comisión Nacional de Justicia Partidaria que preside Fernando
Elías Calles, como si fuera un Tribunal de Inquisición Política, que en esencia
persigue lo mismo que perseguía el Tribunal de la Santa Inquisición.
Nomás para que se dé una idea del
alcance de esta estratagema recreada por el astuto dirigente nacional priista, le recordare lo
siguiente:
El Tribunal de la Santa Inquisición
fue un tribunal eclesiástico, establecido para inquirir y castigar los delitos
contra la fe y se convirtió en el símbolo de la arbitrariedad y la brutalidad
en nombre de Dios y de la Iglesia Católica.
Contrariamente a lo que se lee en muchísimos
textos, la Inquisición no nació para perseguir a los herejes (llamados cataros en
la Edad Media) en cuanto se apartaran de la doctrina de la Iglesia. No, la
Inquisición nació para perseguir a los herejes en cuanto se convertían en
delincuentes políticos, es decir, traidores al rey y en personas que subvertían
el orden político y social que imperaba en esa época.
Los reyes de Francia y Alemania allá
por el Siglo XII-XIII le sugirieron al Papa que debía encontrarse una forma
para perseguir y castigar a esos delincuentes acusándolos además de ser
herejes. El Papa aceptó que se conformara un Tribunal para determinar si los
acusados eran o no culpables.
Luego, ese Tribunal de la Santa
Inquisición se extendió al reino de Aragón en España en 1249 y llegó con los
Reyes Católicos a Castilla en 1478 con el nombre de Inquisición Española para
enseguida ser instalado con el nombre de Tribunal del Santo Oficio de la
Inquisición en la Nueva España a partir del 17 de Octubre de 1528 hasta 1820 para
afianzar la conquista por medio del terror, la tortura y la muerte en nombre de
Dios. Causando tan profundos estragos que creo nos marcaron para siempre,
porque aún padecemos perjudiciales atavismos en nuestro amado México. (Si no
existiera éste ancestral trauma, no tendríamos las estúpidas manifestaciones en
pro y en contra del matrimonio y de la conformación de familias gays). Pero
bueno, ese es otro tema.
Volvamos al que pitorreándome llamaré
“Tribunal de la Santa Inquisición Política” del PRI:
Todo indica que ya están enlistados
aquellos que van a ser sometidos a juicio por ser delincuentes, quienes por sus
malas acciones incluida la rapiña, han subvertido el orden político y social en
perjuicio del pueblo, del Partido que los llevó al poder y “al Supremo Gobierno”
que encabeza el señor Presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
Su delito pues, es de “alta traición”
y por lo mismo tienen que ser castigados severamente.
Tengo entendido que primero será la
expulsión del Partido, en este caso del PRI que se deslindará así de ellos y,
como no hay cadalso para que paguen con su vida semejantes delitos, serán
procesados conforme a las Leyes vigentes y pasarse en la cárcel junto con sus
compinches los años que el Juez de la causa les dicte de sentencia, y además se
les confiscarán todos los bienes adquiridos con lo robado aprovechándose de su
posición de poder.
El primero en la lista es Javier
Duarte que le dejará quebrado el gobierno de Veracruz al panista Miguel Angel
Yunes, con una deuda de $46 mil millones. Por ahí trasciende que Duarte no
llegará a entregar o a rendir ante el Congreso local su VI y último Informe el
15 de Noviembre porque pedirá antes licencia “para ponerse a disposición”
-¿será de la Ley, o de quién?- y así no entregarle el gobierno a su aborrecido
archienemigo, Miguel Angel Yunes el 1 de Diciembre.
También sobre “la negra mesa” del pitorreado
“Tribunal del Santo Oficio Político”
que para mí es la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI y cuyo Inquisidor
Mayor es Fernando Elías Calles, está el montón de documentos que prueban la
mala conducta de Roberto Borge, quien igual que Javier Duarte, cometió “alta
traición” en perjuicio del pueblo de Quintana Roo que mal gobernó, de su
Partido el PRI que lo llevó al poder y el perjuicio para el “jefe de jefes” que
es el señor Presidente, Peña Nieto.
Este 25 de Septiembre le está
entregando la gubernatura del Estado en bancarrota, con una deuda de $22 mil
millones, al panista Carlos Joaquín González.
(Hay que ver lo que pasa con Borge, pues
creo que puede haber negociación entre el PRI y PAN ya que el Tribunal
Inquisidor priista también aportará pruebas contra el “hereje” –así calificamos
a los pillos- Guillermo Padrés, el ex gobernador panista de Sonora que dejó
temblando al Estado, aunque no sea de su militancia, para que sea enjuiciado
por las autoridades correspondientes.
Pero….. como en política todo se
negocia…..)
Ahora que si Roberto Borge “no es
conveniente” para transar con el PAN un castigo “light” para Padrés, entonces
se beneficiaría César Duarte quien deja de deuda en Chihuahua más de $46 mil
millones por lo que se truena los dedos el panista Javier Corral quien asumirá
la gubernatura el 4 de Octubre.
Otro que anda buscando apoyo hasta en
los cajones de los Juzgados en Nuevo León, es el ex gobernador Rodrigo Medina
y, por lo que se sabe, ya ha conseguido ablandar la rígida postura del “bronco”
Jaime Heliodoro Rodríguez a quien le entregó el poder y que estaba aferrado a
encarcelarlo.
Por lo que he sabido, el expediente
de Rodrigo “podría traspapelarse” en el lúgubre sub sótano de la sede del PRI
donde está instalado el “Tribunal de la Santa Inquisición Política” y…..él seguirá
envuelto en la bandera del tricolor.
Para terminar, Egidio Torre Cantú
sigue con la cobertura póstuma de su asesinado hermano Rodolfo, y aunque el
panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca quien será el nuevo gobernador
de Tamaulipas a partir de este próximo sábado 1 de Octubre, tiene no solo
pruebas contundentes de acciones deshonestas en lo administrativo que elevaron
la deuda pública a $20 mil millones, sino también sabe de tratos de la policía de
Egidio con la delincuencia organizada, parece ser que no profundizará para
hacer que el “Tribunal de la Santa Inquisición Política del PRI” se interese
siquiera para expulsarlo como militante, pero aclaro que no puedo asegurar si
lo acusará o no, formal y directamente ante la PGR. Su decisión la tomará ya
siendo gobernador.
Para muchos tamaulipecos, Egidio es
un deshecho político que se enriqueció asolando al Estado, permitiendo que la
gente fuese víctima de la feroz delincuencia organizada que por el terror de la
inseguridad, ocasionó el desplome económico y el desempleo en los 43 municipios
de Tamaulipas.
Egidio lo que quiere es ya irse de
Tamaulipas a disfrutar su enorme fortuna y su fastuosa mansión de 340 millones
de pesos que se construyó en exclusivo fraccionamiento de San Pedro Garza
García en Nuevo León.
Yo me pregunto: ¿de veras esto de la
Comisión Nacional de Justicia Partidaria, para mí, Tribunal de Inquisición
Política del PRI es para combatir la corrupción y la impunidad?
¿O es una recreación del Tribunal que
fue creado en la Edad Media y que nos trajeron los conquistadores españoles para
eliminar a los “herejes” –delincuentes políticos- que perjudicaban a los reyes,
ahora al Presidente?
Usted
que piensa……
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