¡Triunfos con sabor a derrota!
Feliciano Rangel Montoya
Julio 20/2016
Si bien en cierto que Ricardo Anaya,
hecho las campanas al vuelo el pasado 5 de junio, conociendo el veredicto de
los electores que acudieron a las urnas, también es cierto, que hay victoria
que hubiera preferido no cantarlas. Como son el caso de Quintana Roo, Veracruz
y Durango.
Tampoco el priismo salió bien
librado, en Durango se repitió la historia de Mario López Valdés en Sinaloa,
donde hace 6 años llego al poder por una alianza de partidos, pero lo cierto es
que jamás dejo su corazón de palpitar colores nacionales, nunca dejo de ser en
el fondo, un activo tricolor.
El caso de Quintana Roo, llama la
atención, ahí la familia Joaquín Coldwell, ha tenido a ese estado bajo un
control minucioso y callado, todos los candidatos necesitaban el aval de Pedro
Joaquín Coldwell, segundo gobernador del estado, y líder del grupo gobernante
desde entonces, cuando Roberto Borge se le salió de corral, y quiso imponer
candidato, hecho que al final lo consiguió, los Joaquín Coldwell, movieron su
maquinaria, y su hermano Carlos Joaquín, se va por una alianza de partidos,
encabezada por el PAN y el PRD, pero la influencia en la península de los
Joaquín, no es nueva, el patriarca Nassim Joaquín, fue uno de los empresarios
más influyentes y decisivos en Quintana Roo, al grado de que 3 de sus hijos han
sido candidatos al gobierno estatal, y dos de ellos lo lograron.
Pero ahora, al ver su portal, Carlos
Joaquín, aparece como miembro del PRD, o con afinidad a ese partido, es decir
dejo colgado el triunfo tan cantado de Ricardo Anaya. Y más aun si fierro
tricolor sigue pesando fuerte, y su hermano mayor sigue siendo secretario de
energía del actual presidente Enrique Peña Nieto.
Donde también y a pesar de todo,
Miguel Ángel Yunez, ha dejado claro que no se dejara mover los hilos, por el
líder nacional de PAN, y eso ha puesto a pensar al novel líder del blanquiazul.
Hecho a la sazón del priismo protegido de Patricio Chirinos, ex gobernador de Veracruz
y de Don Fernando Gutiérrez Barrios, jerarca político del estado, Yunes se
refugió bajo el manto de Elba Esther Gordillo, y cuando esta fue expulsada del
PRI, se fue al PAN en 2005, y la bandera que hoy enarbola, parece tener muchas
contradicciones.
El caso de Durango, es uno más de los
triunfos híbridos del panismo, la vida política de José Rosas Aispuro, fue
dentro del PRI, hasta que el dedazo no lo favoreció y brinco las trancas, se
refugió en el PAN, y en su reciente elección en una alianza de partidos
conformada por el PRD, PAN, PT y Convergencia, declarándose al día de hoy como
panista, y dejando fuera del control de posiciones al PRD, PT y Convergencia,
que seguramente exigirán su tajada del pastel duranguense, en este caso, el
PRD, no puede darse el lujo, de decir que Rosas Aispuro es su gobernador, lo
dejo muy claro la nueva líder, Alejandra
Barrales, las decisiones, se tomaran, escuchando las voces, de Miguel
Ángel Mancera, jefe de gobierno del DF, de Graco Ramírez, Silvano Aureoles y
Arturo Núñez, gobernadores de Morelos, Michoacán y Tabasco, los gobernadores
perredista, como lo afirmo la líder nacional del PRD.
Siendo así, ni azules y amarillos
pueden darse el lujo de decir que la alianza que se formó para ir por el poder,
les dio los mejores resultados, porque los triunfadores, aun no deciden para
que color jalar, o se pintan de azul o de amarillo, o le siguen como MALOVA en
Sinaloa, que, a pesar de su triunfo opositor, jamás dejo de suspirar aire
tricolor.
Ahora la prueba final estará en
Coahuila, Estado de México y Jalisco, tres de las entidades más importantes del
país, vaya reto del líder priista Enrique Ochoa, que tendrá que sacar su ábaco,
y empezar a hacer las cuentas alegres que requiere el presidente Peña Nieto.
Porque de no ser así, el 2018, está más oscuro que un túnel sin luz.
De
aquello y lo demás…
Muchos se preguntan
que pasara en Tamaulipas, a partir del primero de octubre, en mi pesar, reza el
sentimiento, que ojalá ocurran muchas cosas buenas, este
estado, tan golpeado y resentido merece estar bien, tranquilo y en paz. Lo que
venga después del 1 de octubre, será obra y voluntad política de un gobierno de
alternancia, al que algunos llaman de oposición, caso erróneo, el opositor será
el PRI, a partir de octubre de 2016.
Peor
Tamaulipas merece tener un gobierno, que tome decisiones, y estas pueden ser
difíciles, pero como decía mi abuela “la vida no es fácil”, y de ser así,
aunque algunos no les parezca, se tendrán que tomar y el tiempo dirá si fueron
las acertadas.
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