¿Las encuestas mienten?
Feliciano RangelMontoya
Junio 13/2016
Desde que se usa la encuesta para
medir y dar un resultado anticipado, muchos han sido los hierros que se han
cometida, en el noreste del país, se tiene el ejemplo de Jaime Rodríguez “El
Bronco” que salió de ser un gobernando de una ciudad pequeña en Nuevo León y se
convirtió en gobernador del estado industrial más importante del país.
Las encuestadoras serias le daban la
ventaja a Ivonne Álvarez, Mendoza-Blanco, Mitofsky, y un ramillete de
encuestadoras dieron por hecho, que el vecino estado tendría su primera
gobernadora, y lo que lo que son las cosas, al final estuvo a punto de irse
hasta el tercer lugar. Algo que Nuevo León jamás había vivido en su historia
reciente.
Pero esa contaminación política, que
debería de dar de un estado vecino al otro, creo que no se dio, los
tamaulipecos y sus líderes siguieron dando a las encuestadoras, rienda suelta
para sus números, que en su mayoría daban por hecho que Baltazar seria gobernador,
en casi todas, el 25% de los encuestados no contesto. Entonces ¿Cuál es su
validez?
En ese alto porcentaje, estaba oculto
el voto de castigo, el voto útil, el voto swichert, como le llaman últimamente,
pero nadie le puso atención, todos se fueron con los números que las casas
encuestadoras daban a sus clientes, después de todo, esas mismas empresas daban
números a ambos bandos, porque eso si -negocio es negocio- y muchas le dieron a
cada quien su sueño de manera diferente.
No las encuestas no mienten, cuando
el índice de votación, supera el 60% suceden cosas extraordinarias, ese
porcentaje llevo a Vicente Fox a la presidencia de la república, en el sexenio
que gobernó Martitha Sahugun, después esa efervescencia trajo de regreso a Los
Pinos, a Enrique Peña Nieto y ahora le dio el triunfo en 7 estados, al PAN, casualmente
estas entidades, los candidatos era amigos del poderoso secretario de hacienda
Luis Videgaray. En los otros 5 estados eran los alfiles del líder nacional del
PRI Manlio Fabio Beltrones, que, dicho sea de paso, se jugada en esta elección
su permanencia y el futuro en 2018, pero si fue jugada le salió de maravilla, y
dejan muy dolido y descarrilado al secretario de hacienda.
El que encuentra fortaleza con
Beltrones, se llama Miguel Ángel Osorio Chong, hombre de estado, disciplinado y
que aguanto callado toda la guerra mediática, cuando el Chapo Guzmán, fugo por
enésima ocasión de un penal federal. Y, dicho sea de paso, dicen que los
misiles de esa guerra venían de la oficina de presidencia (Aurelio Nuño) y de
la secretaria de hacienda (Luis Videgaray) donde no solo encontró la alianza
perfecta en el líder nacional del PRI Beltrones, si no que se convirtió en la
vía de acceso a la presidencia de la república.
Ahora Beltrones, tiene el partido en
sus manos, ya nadie le impide y se opone, a que, las reformas que se implanten,
sean profundas, tan profundas como hasta el mismo cambio de nombre, con nuevas
reglas, con nuevos argumentos para la batalla de 2018.
En lo local, los priistas tamaulipecos,
tendrán que ser una oposición responsable, de altura y de un alto nivel
político, eso es lo que consolidara al priismo de la entidad, y le permitirá
regresar al poder en corto tiempo. De las ciudades que se perdieron, desde hace
ya varias décadas, se daba la alternancia en ellas, eso no fue la novedad, y su
quehacer seguirá en los próximos años de eso estamos seguros.
De aquello y lo demás…
El grupo fuerte del priismo esta en
Tampico, Victoria, Valle Hermoso, Rio Bravo y Matamoros, desde estos puntos el
tricolor tendrá que mover sus barcos, para dar la batalla en 2018.
Muchos se duermen y se rasgan las
vestiduras, y ya vamos a empezar la segunda semana después de la elección, y
tardarse muchos es perder el tiempo, en darle un nuevo giro y brío al partido
que gobernó 86 años.
De manera local, tendrán que surgir
nuevos liderazgos, nuevos retos que tanto el gobierno panista, como la
oposición priista, tendrán que ser prudentes y responsables en sus acciones de
gobierno. Porque ahora con un elector, mejor informado, más capacitado, el va y
ven político, se puede dar de manera corta y sorpresiva.
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