“Con la Iglesia, habéis topado…”
José
Ángel Solorio Martínez
Una de las grandes comunidades en Tamaulipas, son los cristianos.
(Entiéndase el término, como aquellos creyentes que se ubican en el cuadrante
religioso como protestantes). En el último censo en la entidad, lograron
incrementar su presencia en la sociedad regional hasta convertirse en el 30 por
ciento de la población. El catolicismo, mantiene su presencia mayoritaria pero
se visualiza en franca retirada.
En el plano jerárquico, el pastor es lo que el sacerdote en la
estructura católica.
Desde la evaluación aritmética, los protestantes, operan más iglesias
que los católicos. Por cada templo
católico, actúan hasta 6 o 7 protestantes.
Un vistazo etnográfico al interior de los templos de los protestantes,
evidencia su conformación social: clase media y clase media-alta.
Su avance social y su poderío como institución estriba en la intensa
actividad social de sus líderes y un evento que aparentemente es un factor
secundario: el diezmo. Esta regla, es similar a la que tienen las otras
iglesias pero lo relevante es que la inmensa mayoría lo cumple.
El despliegue y desarrollo impetuosos de esta institución, iniciaron en
el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.
Al recibir por mandato de la reforma al artículo 130 su existencia
jurídica, la iglesia protestante logró paridad ante el catolicismo en el trato
del Estado mexicano que por siglos sólo dialogó con el Clero católico.
Hace unos años, tuve la oportunidad de
estar presente en un almuerzo con pastores protestantes y un precandidato al
gobierno de Tamaulipas. Doce dirigentes eclesiásticos. Todos muy correctos. Pulcramente vestidos.
Me sorprendió su claridad sobre los escenarios sociopolíticos del
estado.
Me dejaron atónito, sus conocimientos filosóficos.
Como colofón del encuentro, dejaron clara su postura ante la oferta política
que se les presentaba:
-Nosotros tenemos un gran reconocimiento al Presidente Carlos Salinas.
Él nos dio la existencia jurídica. Igual al Presidente Benito Juárez, que
combatió el fanatismo católico.
Remató el pastor a los que todos sus compañeros hacían sentir su líder
por lo reverentes que eran cuando a él se dirigían:
“Nosotros, no votamos por el PAN porque es católico. Ni votamos por la
Izquierda, que es atea. Votamos PRI, por el compromiso que hemos tenido con el
Estado mexicano y con el Presidente Salinas”.
Eso explica, en parte, por qué han sido tan exitosos los encuentros
entre pastores protestantes y el candidato Baltazar Hinojosa Ochoa. En Reynosa
–centro protestante de alto poder- el aspirante tricolor dialogó con más de 500
pastores y parte de sus congregaciones.
(El candidato panista, también ha logrado sumar a algunos pastores, pero
la inmensa mayoría ha decidido adherirse al proyecto del priista. Ello se
expresa, por la naturaleza ideológica de la Iglesia protestante y por la
certeza de que ningún grupo social es monolítico).
¿Puede un grupo social orientar el rumbo de una elección?..
Por supuesto.
Por supuesto.
Y sobre todo, cuando se está frente a una real competencia.
El Clero católico, desde siempre ha estado fragmentado. Una parte,
siempre ha hecho suyas las propuestas del PRI; otra, se ha sumado con algunos
proyectos del PAN. El caso de
Matamoros, es paradigmático: Chuchín Garza del Guante, se ha movido en
la política priista con el apuntalamiento sin reticencias de la jerarquía
católica matamorense.
Y en Tampico, lo más tradicional de la Nomenklatura católica, ha
militado muy cerca del PAN. Tan cerca, que su influencia ha podido instalar a
varios alcaldes panistas.
Los seguidores de Baltazar, deben estar contentos.
Los protestantes son un grupo social que tiene sus preferencias
históricas en política. Y más: son de todos los grupos religiosos de la región,
los más activos en asuntos político-electorales.
Con un añadido: tienen como un deber para sus congregados, cumplir con
el derecho a votar.
Como se ve: las Iglesias, juegan fuerte este 2016…
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