El Fogón

Gustavo: “Soy diferente a mis adversarios…”

José Ángel Solorio Martínez

          -¿En qué trabaja el muchacho?..-

          -¡No se puede combatir la delincuencia con delincuencia!

          -¡El que es malandrín, es malandrín!

          Esas sentencias por mucho tiempo permanecerán en la memoria de los tamaulipecos, y necesariamente los remitirán a una de las contiendas electorales más coléricas, furibundas y competidas en la historia política de la entidad.

          Y obligadamente, remitirán al recuerdo del personaje que las pronunció: Gustavo Cárdenas Gutiérrez, candidato a la gubernatura por el Partido Movimiento Ciudadano (MC).

          -¿Parece que eres el único candidato que está disfrutando la campaña?-, pregunto.

-Disfrutarla no. Es una campaña alegre que intenta motivar a la ciudadanía para que participe en el cambio en Tamaulipas. Ya no queremos gobernadores malandrines; en ocasiones anteriores, alerté a los ciudadanos sobre Tomás Yarrington y sobre Eugenio Hernández Flores…

          Gustavo está en la sala de su casa. Atiende llamadas telefónicas de su comité de campaña y de sus coordinadores de eventos. Gira instrucciones. Le llaman de un programa de radio nacional para calendarizar una entrevista. De un programa televisivo le comunican que ha sido prorrogada su asistencia.             

          Activistas entran.

          Activistas salen.

          Es sin duda, el ganador absoluto de los dos debates entre sus adversarios que disputan el Ejecutivo estatal de su estado. Posee un colmillo retorcido en la polémica, que ha crecido y endurecido en el enfrentamiento contra el sistema político tamaulipeco y sus representantes. 

          Sus contrincantes no lo ponderaron con precisión. Es un experto en la riña verbal de callejón. Por casi 3 décadas, ha sobrevivido políticamente desde las filas opositoras. Ha sido diputado local, diputado federal, alcalde de ciudad Victoria, Senador de la república y dos veces con anterioridad candidato a gobernador de su entidad natal.

          Hoy está buscando ser gobernador.

          Dice que una de las grandes preocupaciones, es que el gobierno caiga en manos de la delincuencia o de personajes que no pueden explicar el origen de sus gigantescas fortunas.

          -El candidato del PAN, Francisco García Cabeza de Vaca, no ha podido explicar su patrimonio de más de 300 millones de pesos. Contabilizando lo devengado en su carrera administrativa tanto en el plano local como federal, apenas alcanza a unos 17 o 18 millones de pesos-, acusa.

          “¿De dónde salieron los restantes 280 millones?”

          Añade: 

          “Por eso mi pregunta: ¿en qué trabaja el muchacho?..”

          Recuerda que cuando enfrentó a Eugenio Hernández Flores por la gubernatura, Cabeza de Vaca negoció con el candidato priista para que le escamotearan más de 30 mil votos en Reynosa y él poder llegar a la alcaldía en donde se empezó su carrera de enriquecimiento sospechoso.

          -Cabeza de Vaca, es un convenenciero. Es panista cuando saca raja y en priista cuando está cobrando-, explicó.

          “Soy la opción para gobernar Tamaulipas. El candidato priista, Baltazar Hinojosa representa el regreso de los dos gobernadores más corruptos todos los que hemos tenido”, aseguró.

          Cárdenas Gutiérrez, ya no es aquel muchacho atrabancado y explosivo de sus días de alcalde. A sus 57 años de edad, ha aprendido a moverse más reflexivamente, más serenamente. Dice que él, es diferente tanto a Cabeza de Vaca como a Baltazar.

          -Yo sí nací en Tamaulipas y vivo en Tamaulipas. Yo sí pago impuestos. Yo sí produzco empleos. Y a mí, nunca se me ha acusado de corrupto ni de tener cuentas pendientes con la Justicia.

          “Yo soy diferente a ellos. Por eso llamo a los ciudadanos a darme su voto. Y lo hago con la cara en alto, con la frente en alto y tendiéndoles la mano”.

          -¡Los otros, nunca podrán hacer eso..!-, abundó.