La
soñada alternancia…
José
Ángel Solorio Martínez
La madurez política de la sociedad
tamaulipeca, está fuera de toda duda. Ha impulsado cambios sustanciales en las
políticas municipales y posee una capacidad suprema para mover su voto hacia
proyectos que ha considerado saludables para la estructura gubernamental.
Desde la mitad de la década de los
70s, los tamaulipecos han promovido la alternancia en sus microrregiones.
No existe un solo municipio relevante
en el estado, que haya sido gobernado permanentemente por el PRI.
Es decir: en Tamaulipas, la alternancia
llegó para quedarse.
¿Qué tan maciza y saludable, ha sido
ese proceso de incorporación de las oposiciones a espacios de gobierno en los
Ayuntamientos?..
No tanto como se esperaba.
Ha sido, una alternancia inconclusa.
Una alternancia, inacabada.
Las razones:
1.- Absolutamente todos los alcaldes del PAN, PRD, PT, PPS, PST, y
Verde, han gobernado exactamente como el PRI. Sus programas de gobierno, han
sido reediciones de las administraciones tricolores. La democracia municipal ha
sido olvidada; los planes de desarrollo van en beneficio de las élites locales
y han cedido los servicios públicos a la Iniciativa privada. (Sobre todo, la
recolección de basura).
2.- La absoluta mayoría de los presidentes municipales, han
utilizado el erario para si y para sus familiares en forma patrimonialista.
Nepotismo, tráfico de influencias y demás perversiones administrativas.
3.- La gran mayoría termina siendo empleado y aliado del
gobernador.
El elector tamaulipeco, no se ha
equivocado. Ha votado por la esperanza de cambios en los métodos de gobierno.
Quienes ha errado, han sido las organizaciones políticas opositoras que no han
generado contrapesos a la autoridad de los alcaldes y rendición de cuentas de
los diputados; y sobre todo, han fallado los alcaldes que como candidatos hacen
promesas para olvidar cuando asumen la autoridad.
¿Hay condiciones para la alternancia
en Tamaulipas en el gobierno estatal?..
Por supuesto.
Por supuesto.
Desde los años 70, la sociedad
regional ha generado una vigorosa base para ello.
Las condiciones objetivas ahí están.
Hartazgo de gobierno priistas; cansancio de gobernantes frívolos, incapaces,
deshonestos y hasta cínicos; electorado con mentalidad opositora que lleva a
las urnas su postura; sistema de partidos opositores cada vez más sólidos y
potenciales candidatos en los municipios.
Los asegunes empiezan, cuando se
pasan a la báscula a los precandidatos de la oposición para encabezar la
alternancia. Los más fuertes –Francisco García Cabeza de Vaca, Carlos Cantú
Rosas y Leticia Salazar-, arrastran historiales tan semejantes a los del PRI,
que los únicos elementos para diferenciarlos son sus colores.
Y son idénticos a los precandidatos
del tricolor, porque han gobernado como el tricolor: con sus familiares, con
los poderes fácticos y con la vieja estructura priista.
Cabeza de Vaca, gobernó con su familia.
Cabeza de Vaca, gobernó con su familia.
Leticia, gobierna con su familia y su
pareja.
Cantú Rosas, gobierna con sus socios
y con el poder fáctico de la ciudad.
Las circunstancias para la
alternancia ahí están. Sólo falta una red de ciudadanos que pueda apuntalarla e
impulsarla. Las oposiciones fueron digeridas por los métodos y las estrategias
del sistema político tamaulipeco. Se dejaron cooptar; permitieron que se les
manchara el rostro; dieron oportunidad, a la demolición de una de las divisas
esenciales en el mundo opositor: la ética política; y sobre todo: olvidaron los
mandatos programáticos de sus organizaciones políticas, para dar paso a un
pragmatismo mercantilista que ha debilitado la retícula partidista.
En el sentido real, objetivo, la
alternancia se ve muy cuesta arriba con ese material que hoy trata de
impulsarla en todo Tamaulipas…
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