El
triángulo, del bajo Río Bravo…
José Ángel Solorio Martínez
José Ángel Solorio Martínez
Mayo
31/2015
Hace algunas semanas, hubo un cónclave en Ciudad Victoria,
Tamaulipas. Estuvieron en él, tres
importantes políticos tamaulipecos. El tema central: la sucesión gubernamental
en la entidad. Eran dos matamorenses y un riobravense.El origen común: la
frontera tamaulipeca; el norte del estado. Eran Baltasar Hinojosa Ochoa, Marco
Antonio Bernal Gutiérrez y Edgar Melhem Salinas.
La tercia luego de charlar sobre el escenario regional, tocó el punto
vertebral.
Llegaron a un acuerdo: hacer todo lo posible
por evitar que el candidato a la gubernatura por el PRI, tuviera como patria
chica la capital. O sea: cualquier candidato, cualquier nombre, pero no
victorense. Y mejor, si fuera fronterizo.
Al final de la asamblea, regresaron los tres a sus labores habituales.
Cometieron tres errores estratégicos la tercia de referencia:
1.- Esa reunión, confrontó con el precandidato
del máximo líder del tricolor en Tamaulipas.
2.- El acuerdo tempranero, rompió con el modelo de institucionalidad marcado por el CEN del tricolor y la cautela del primer priista del estado.
2.- El acuerdo tempranero, rompió con el modelo de institucionalidad marcado por el CEN del tricolor y la cautela del primer priista del estado.
3.- La decisión de ese cenáculo, enfrentó la
expresión meta-constitucional del dirigente máximo del priismo nacional. (Y más
grave –para su proyecto y para su dirigente real-, porque en este paisaje su
Presidente hace esfuerzos denodados por centralizar el balcanizado poder
priista que le heredó la docena de gobierno panista).
Las fichas con las que se mueve el capitán de los priistas tamaulipecos –ya sea para negociar o para proponer- son, a saber: Alejandro Etienne Llano, Miguel González Salúm y Ramiro Ramos Salinas. Los dos primeros, victorenses. O sea: la tercia fronteriza, pretende reducir en un ambicioso 66.6 por ciento, la capacidad de maniobra de su líder máximo en el estado.
Las fichas con las que se mueve el capitán de los priistas tamaulipecos –ya sea para negociar o para proponer- son, a saber: Alejandro Etienne Llano, Miguel González Salúm y Ramiro Ramos Salinas. Los dos primeros, victorenses. O sea: la tercia fronteriza, pretende reducir en un ambicioso 66.6 por ciento, la capacidad de maniobra de su líder máximo en el estado.
En el sentido estratégico, la tríada tempranera confronta con el
principal factor político tamaulipeco. En el sentido político, los norteños
están enviado un mensaje de ruptura –eso es en el sentido objetivo, toda vez
que los victorenses son del establo del primer priista- con el jefe a quien
tanto juraron respetar y muchas veces le aseguraron acrisolada fe.
La trinca del norte, todavía no tiene
en sus manos el 2015 y ya está con el 2016. El obvio que un bueno político,
tiene planes a mediano y largo plazo. El acelere estriba en que los retos del
2015, -por lo que representan- son superiores al año venidero porque de lo que
se obtenga en la elección de julio 7 dependerá el nombre y el método de
selección del candidato a la gubernatura.
La propuesta de los tres tritones fronterizos, es una rebelión contra el
proyecto cohesionador del dirigente real del PRI en el país, por reagrupar los
girones del poder institucional dejados por el vendaval presidencial azul. Y
una de esas medidas, es la tutoría de las sucesiones gubernamentales en las
entidades.
¿Se puede imaginar un presidencialismo tricolor en revitalización, ser derrotado por las fuerzas priistas locales?..
¿Se puede imaginar un presidencialismo tricolor en revitalización, ser derrotado por las fuerzas priistas locales?..
Al parecer, los tres norteños creen que sí.
¿Es viable una derrota del CEN priista, por la presión de los factores
institucionales regionales?..
Se presume que la triada fronteriza, está seguro de ello.
¿Las fuerzas políticas locales, están en condiciones de imponer
candidato a las fuerzas políticas nacionales?..
Se supone que Bernal, Balta y
Edgar, creen en esa posibilidad.
Y para eso, están trabajando. O al menos es lo que comentan sus respectivos correligionarios.
Y para eso, están trabajando. O al menos es lo que comentan sus respectivos correligionarios.
Lo que hoy piensa la tercia insurrecta, lo pensó Andrés Araujo de la
Torre.
Lo que hoy cree la triada levantisca, lo pensó Manuel Garza González.
Lo que hoy presumen los tres del norte, lo pensó Filiberto Bernal Mares.
Lo que hoy supone el triunvirato norteño, lo pensó el petrolero Antonio García Rojas.
Lo que hoy cree la triada levantisca, lo pensó Manuel Garza González.
Lo que hoy presumen los tres del norte, lo pensó Filiberto Bernal Mares.
Lo que hoy supone el triunvirato norteño, lo pensó el petrolero Antonio García Rojas.
Lo que hoy, confía el núcleo fronterizo, lo pensó…
Todos perdieron.
El triángulo de bajo río Bravo, ya está en operación.
Como se ve, la Historia no es su fuerte.
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