miércoles, 25 de febrero de 2015

El Fogón

La inclinación amorosa de los Luebbert…
José Ángel Solorio Martínez
Febrero 24/2015 
           Oscar Luebbert y su esposa María Esther Camargo, son unos magnates del deporte. Así como se oye: del deporte. Aunque la pareja ex presidencial, no se le conoce la práctica de ningún deporte –Oscar, es más bien un persistente y alegre dipsómano- por obra y gracia de su contumaz afecto por el dinero fácil, se apropió del equipo de Béisbol profesional Broncos de Reynosa; lo administra en forma unipersonal y oscuramente; no rinde cuentas al gobierno estatal y al municipal; pasa por alto a los demás miembros del Patronato y lo más inquietante: es evidente que ni la Secretaría de Hacienda de la Federación conoce realmente la entraña financiera de esa franquicia beisbolera.

          (Se dice que desde su paso por la alcaldía, Luebbert inició un lento y silencioso proceso de apropiación del equipo Broncos, cuando se dio cuenta del apetitoso negocio que significaba).
           ¿Oscar debe dar cuentas al gobierno de Tamaulipas?..
           Sí. Hasta donde se sabe, -se desconoce la cantidad, por los tenebrosos manejos de Luebbert- el gobierno estatal aporta una gruesa cantidad de dinero para que los Broncos sean parte del área de esparcimiento en que los reynosenses ocupen su ocio. Es la lógica que se utiliza para el soporte de la oncena de Futbol Correcaminos en Ciudad Victoria, y en su momento al Tampico Madero. A la vez, la infraestructura –el Parque de Béisbol Adolfo López Mateos- se erigió con fondos estatales. En otras palabras: Luebbert y su familia, lucran con un bien que es propiedad pública.
           ¿Luebbert y esposa, deben ofrecer información financiera de su negocio al Ayuntamiento de Reynosa?..
           Por supuesto. Los consortes, desde hace años, se apropian de millones de pesos por el usufructo de un inmueble público como lo es el parque de béisbol y sus servicios: alumbrado, agua potable, drenaje y seguridad pública. Ello parece prudente ni responsable, en los momentos que una autoridad municipal es apremiada por la sociedad en el rubro del equipamiento urbano.
           ¿María Esther y Oscar Luebbert, tienen la obligación de exhibir su situación ante la Secretaría de Hacienda?..
           Obviamente. Para la SH no hay tolerancia con los pagos derivados de compromisos fiscales. Que se sepa, los Luebbert nunca han proporcionado datos que evidencien pagos impositivos. Lo que podrían configurarse como otro hurto, toda vez que la carga fiscal del esa empresa familiar sería soportada por los gobiernos municipal y estatal.
           ¿Los Luebbert, deberían entregar balances del negocio a los tamaulipecos y a los reynosenses?
           Evidentemente: sí. Por una sencilla razón: la franquicia Broncos de Reynosa, está apuntalada material y económicamente por fondos de origen público: del Ayuntamiento de Reynosa y del Gobierno de Tamaulipas. ¿Cuánto gasta el Ayuntamiento en Broncos de Reynosa anualmente? ¿Cuántos millones invierte el gobierno tamaulipeco anualmente para que los Luebbert se embolsen varios millones al año de ganancias beisboleras?..
           El Congreso del Estado, debería tomar la palabra.
           A esa urdimbre de rapiñas, los Luebbert han sumado otra engañifa. Por una suma no determinada de millones de pesos, subarrendaron la franquicia Broncos de Reynosa a empresarios de Nuevo Laredo. Como si fuera un supermercado de su propiedad, los gozosos consortes se llevaron los juegos más relevantes del equipo de casa para aquel puerto fronterizo sin la menor justificación más que el lucro.
           ¿La consecuencia?.. Miles de fanáticos, que compraron el bono para presenciar juegos de Broncos contra equipos taquilleros como Tigres de México y Diablos Rojos de México se quedaron con un palmo de narices. 
           Los diputados del PRI, es posible que tengan compromisos con los Luebbert. ¿Pero y los parlamentarios de oposición?.. 
           ¿Dónde están los panistas, que se rasgan las vestiduras ante los trafiques de los priistas?..
           Negocios son negocios, dicen los gringos. Y en parte tienen razón. Sólo que en Reynosa el negocio Broncos de Reynosa, se ha vinculado con la política. O más bien: los políticos han politizado el grande negocio deportivo que son los Broncos de Reynosa.
          ¿Afectará esa actitud un tanto censurable a los Luebbert, cuando el nombre de María Esther Camargo aparezca en la boleta?.. 
           Los mercadólogos afirman que las victorias y las derrotas electorales son multifactoriales. Sin duda esa inclinación amorosa de los Luebbert por el dinero público, será un factor más en el acopio de votos el 7 de junio…

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