Gaceta
Raúl Terrazas Barraza
Fecha: 2014-12-27
En cuanto comience el 2015, los
alcaldes de Tamaulipas entrarán en una etapa extraordinaria, por un lado
sentirán los efectos de la madurez en el cargo y por otro enfrentarán el
fantasma político por la cercanía del 2016, año este en el que serán relevados
de sus cargos, mediante las elecciones locales previstas para entonces.
El segundo año de la administración municipal comenzó desde el primero de octubre pasado, ya que con motivo de las Reformas Electorales, las fechas de la elección se adecuaron a las federales y la toma de protesta de los presidentes municipales se adelantó tres meses.
El segundo año de la administración municipal comenzó desde el primero de octubre pasado, ya que con motivo de las Reformas Electorales, las fechas de la elección se adecuaron a las federales y la toma de protesta de los presidentes municipales se adelantó tres meses.
Esto
mismo acontecerá con el próximo gobernador de la entidad, porque en lugar de
rendir protesta el último día del 2016, lo hará el primero de octubre, por
tanto la calidad de gobernador electo durará solo tres meses y no seis como
sucedió al actual mandatario ingeniero Egidio Torre Cantú, que ganó las elecciones
en julio del 2010 y comenzó a trabajar hasta el primer día del 2011.
Ya lo
dijo por estos días el acalde de Tampico, Gustavo Torres Salinas, el 2015 será
el año de la consolidación de las tareas que tienen frente a la ciudadanía, con
un escenario político que se antoja positivo ya que el comité estatal del PRI
se ha metido a trabajar bien a fondo vía sectores y organizaciones con la idea
de movilizar a las bases y tenerlas activas.
Que
el 2015 puede ser una lo difícil para los presidentes municipales, también es
cierto, si consideramos que el trabajo oficial se verá disminuido debido a las
actividades políticas que desarrollarán los partidos políticos para tratar de
ganar las Diputaciones Federales de los ocho Distritos de la entidad.
Habrá
un momento en que deban suspender muchas de sus actividades de gobierno para
evitar que se confundan con acciones de tipo político y que por el alcance
social de sus beneficios traten de verse con parcialidad y con ello convertirse
en bandera de los partidos de oposición para golpear al partido mayoritario de
esta entidad, el PRI.
Algo
que es intrínseco a la función política que tienen los presidentes municipales,
es la responsabilidad de que los municipios sean ganados por sus partidos, lo
que en términos generales es ventaja para el tricolor, ya que la mayoría de los
municipios le pertenecen porque ganó las elecciones en el 2013.
Obvio, algunos en manos del PAN, que no necesariamente tienen que ser ganados por los panistas, pues entran en el terreno de la estrategia de recuperación que maneja el partido de Rafael González Benavides, porque en la elecciones federales del 2012, tanto Nuevo Laredo como Matamoros se perdieron.
Obvio, algunos en manos del PAN, que no necesariamente tienen que ser ganados por los panistas, pues entran en el terreno de la estrategia de recuperación que maneja el partido de Rafael González Benavides, porque en la elecciones federales del 2012, tanto Nuevo Laredo como Matamoros se perdieron.
Hay
quienes creen que los presidentes municipales del PAN, Carlos Cantú Villarreal
de Nuevo Laredo y Leticia Salazar Vázquez de Matamoros, están obligados a hacer
que los candidatos de su partido repitan el triunfo, sin embargo, las
condiciones son diferentes de la tierra al cielo, comenzando con el hecho de
que la elección legislativa federal del 2015 es la intermedia del sexenio del
Presidente Enrique Peña Nieto y por lo regular este tipo de elecciones
favorecen al cien por cien al PRI.
La
razón de este fenómeno es que, al no existir candidatos presidenciales y para
el Senado de la República, el voto en cascada no se hace presente y por tanto,
la competencia es directa entre quienes hicieron campaña, competencia que jamás
ha favorecido a los partidos de oposición al PRI.
Si los
presidentes municipales priistas tienen vela en las elecciones federales del
2015, el dirigente de su partido, González Benavides, tiene que decírselos con
todas las letras para que luego no salgan con que a ellos no los invitaron al
proceso y resulte que, en vez de jalar para el lado de los candidatos, se
queden pasivos o indiferentes en un momento que el PRI requiere lo contrario,
es decir, el apoyo, apalancamiento y trabajo de los presidentes municipales.
Quizá
valga la pena recordar que, pese al concepto distrital de las elecciones, no se
puede dejar de lado la connotación municipal de las mismas y a partir de ello
crear responsabilidades políticas para los señores alcaldes, que deben de ganar
las elecciones en al territorio que les corresponde, sabedores de que la suma
de municipios ganados equivale de manera directa al triunfo distrital y la
pintada de verde de estos nos llevará a consolidar lo que González Benavides ha
dicho del PRI en Tamaulipas, que es el partido mayoritario y por tanto la
entidad un bastión tricolor en la República.
No
queremos dejar en el tintero la obligación que tiene el PRI de recuperar
Tamaulipas, bajo la premisa de que en la elección federal del 2012, la entidad
quedó más azul que verde, por tanto el 2015, es el año de la revancha electoral
del PRI contra el PAN, misma que se consumará si el resultado es verde al cien
por cien.
Un
dilema que hay en torno a los alcaldes es si las pueden política y
electoralmente, en el caso de los priistas nosotros creemos que sí las pueden,
todo será cuestión del manejo político que lleven a cabo, en el entendido de
que al margen de que el dirigente del tricolor Rafael González Benavides se los
diga con todas sus letrotas, ellos están obligados a trabajar para consolidar a
su partido y sea quien fuere el candidato asegurar el triunfo en las urnas.
Casos
como el del licenciado Alejandro Etienne Llano, alcalde de Victoria, tienen
connotación a futuro, porque si las elecciones de julio venidero se ganan de
calle, con cualquiera que resulte ser el candidato, los bonos del munícipe se
elevarán a las muchas potencias y le dejarán en posición de arranque para la
sucesión gubernamental del año siguiente.
En el
remoto caso de que llegase a resultar lo contrario, la derrota del PRI, dejará
fuera de cualquier jugada futura al licenciado Etienne Llano, como pasará
también con sus colegas de Reynosa José Elías Leal, de Tampico Gustavo Torres
Salinas, de Maderos Esdras Romero Vega o de Mante, Pablo González León.
Los otros.
El
INE revisará de aquí al lunes por la noche las solicitudes de registro de
candidatos independientes para las diputaciones federales por los Distritos de
Nuevo Laredo, Diana Chavira Martínez; por Reynosa, Patricio Mora Domínguez,
René Alexandre López y Marco Antonio Elejarza Yáñez; por Matamoros, Jorge
Rentería Campos; por Victoria, Jorge Luis Sarmiento Barrientos; por Madero,
Manuel Heriberto Santillán Martínez; y por Tampico, Cruz Armando Ruvalcaba
Flores.
Ocho
para ser exactos, quienes se sujetan a los términos establecidos en las leyes
electorales y estarán muy pendientes del veredicto que dé el Consejo General
del INE, responsable de la revisión de los documentos de manera rigurosa y, a
partir de ello definir si los acepta, aunque, para el registro oficial, tienen
que presentar un listado de firmas que contenga el dos por ciento del total de
los ciudadanos empadronados en el Distrito por el cual pretenden contender.
El
asunto no será sencillo, sin embargo, los habrá como la ex perredista Diana
Chavira Martínez, que desafiará todo lo ordinario para salirse con la suya,
como ya lo hizo en alguna ocasión para ser candidata, aunque, a la postre
perdió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario