El Fogón
José Angel Solorio
Martínez
El Fin de los
candidatos locales
Noviembre 03/2014
La clase política
tamaulipeca, tuvo una maciza cohesión desde el arribo de Emilio Portes Gil a la
gubernatura de Tamaulipas en 1925 hasta que el presidencialismo fracturó el
grupo capitaneado por el victorense en 1947. Con leves interrupciones, el
portesgilismo como factor hegemónico en la entidad, gobernó y delineo un
sistema político regional armónico y equilibrado.
No es un exceso, afirmar que el
portesgilismo no sólo cincelo una estructura de gobierno y de conducción en
Tamaulipas; también aportó-y mucho- a la construcción de las instituciones
nacionales .Un dato: el Partido Socialista Fronterizo (PSF).-imaginado y
organizado por Portes Gil – se fundo como organización política
moderna-estatutos y programas de acción- en 1924:- en tanto el PNR eclosiona en
1929 con mucha sustancia de los partidos socialistas regionales, entre ellos el
PSF.
Otro más: en el gobierno estatal de
Portes Gil se promulgó una Ley Estatal del Trabajo para armonizar las
contradicciones entre el capital y el trabajo. Algunos años después, ese
documento se convirtió en uno de los soportes de la Ley Federal del Trabajo
bajo el ojo vigilante del grande jurisconsulto victorense-portesgilista en esa
época-Praxedis Balboa Gojón.
Con ese liderazgo tan lucido y
visionario Portes Gil aglutino en su torno una mayoritaria clase política
tamaulipeca que confió en su destreza y le otorgó su confianza.
¿Quién podría regatearle meritos a
Emilio?
¿Cómo disputarle el liderazgo, a tan
deslumbrante dirigente?
Su capacidad de interlocución con la
federación y su amplia base social en la región lo transformaron en uno de los
más sólidos e influyentes tamaulipecos en la historia de la entidad. Es decir,
se erigió como el factor hegemonizante en el sistema político regional.
Después del golpe político contra el
portesgilismo con la destitución de Hugo Pedro González Lugo se desperdigo el
poder de Portes Gil. Emergieron otros actores y otras corrientes en el
escenario tamaulipeco.
Es a partir de 1947, cuando se crean
las condiciones para la germinación de autónomos grupos micro-regionales. La
urdimbre sociopolítica del factor único, había terminado. La balcanización del
poder tamaulipeco, estaba a la vista.
(Mucho ayudarían en ese proceso, ls
administraciones de Raúl Garate, Horacio Terán y Norberto Treviño Zapata)
Es entonces -el momento en que el
portesgilismo ha sido borrado de la faz de Tamaulipeca,- cuando en Nuevo
Laredo, Reynosa, Matamoros, Victorias, Tampico, Mante, Madero y Altamira toma
la ruta política de sus propios intereses. Inicia la incubación, de dirigentes
como Joaquín Hernández Galicia, Pedro
Pérez Ibarra, Agapito González Cavazos, Reynaldo Garza Cantú, Diego Navarro
Rodríguez y la expresión larvaria de grupos de poder encabezados por los
Guerra, los Deándar, los Gómez Lira, los Cárdenas González y otros de menor
calado.
En este proceso, Tamaulipas vive un
proceso inverso al instrumentado por Portes Gil. Si el victorense pensó en un sistema
político centralizado y capitaneado por un solo hombre, los grupos locales
decidieron que la disputa de poder de los Ayuntamientos -su autoridad más
íntima- debería de darse entre los factores municipales.
Cuando los elementos de poder
municipales lograron consolidar un sistema microregional a su modo, sentaron a
negociar al gobernador que paso de ser el elemento definitorio en la puga por
el Ayuntamiento tamaulipeco, a ser un
ingrediente mas en la reyerta (Fuerte, es cierto. Pero ya no es el elemento
aplastante en la construcción de los liderazgos de los Cabildos)
Se genero asi una paradoja política:
los grupos de poder municipales, ganaron mas autonomía al tiempo de hacerla
perder a su gobernador en relación con la Federación. (Se habla del sistema
político de la hegemonía priista. Fue diferente con un presidente panista).
Entre más poder, exhibe el Ayuntamiento, menos capacidad de negociación otorga
al gobernador con el centro.
Concretando: las condiciones
históricas han prohijado una clase política desmembrada y un sistema político
viscoso. Ello a su vez, dejo en situación de indefensión a las administraciones
estatales frente a un sistema político centralista.
¿Tiene la clase política
tamaulipeca, el empaque como para disputar las decisiones fundamentales para el
desarrollo del estado a la Federación?
No se percibe.
En el 16, llegara el fin de los
candidatos locales…
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