Polvorín
José Angel Solorio Martínez
El engendro magisterial
Rafael Méndez Salas, está tocando la
puerta equivocada. No es con movilizaciones y chantajes magisteriales con los
cuales va a lograr la candidatura a una diputación federal por alguno de los
ocho distritos de Tamaulipas. Su Partido Nueva Alianza, al parecer no va en
coalición con el PRI en esta región. Más claro: el líder magisterial de la
Sección XXX del SNTE tendría que rascarse con sus propias uñas para llegar al
Congreso de la Unión.
El dirigente de los profesores
tamaulipecos, anda enfebrecido, alucinado.
Algunos sectores gubernamentales, y
del CDE del PRI le han dado impulso para obstruir la llegada del responsable de
las giras presidenciales Alejandro Guevara Cobos por el distrito VI con
cabecera en ciudad Mante. Bajo esa sombra, Méndez Salas y siente la candidatura
en la bolsa.
Error de apreciación y de
interpretación.
El distrito VI parece estar
etiquetado y no precisamente para el representante del magisterio. Tendrá que
hacer lo mismo que un colega suyo: Arnulfo González quien se vio en la
necesidad de ir con sus propias fuerzas por la Senaduría que finalmente se le
fue de las manos.
Lo detestable en el caso de Méndez
Salas es la actitud de anacrónico cacique: obliga a los profesores bajo amenaza
a asistir a sus eventos proselitistas; pone multas a quien no concurre a
aplaudir sus discursos y saca dinero del bolsillo de la Sección XXX para
auto-promocionarse.
Al viejo estilo de la vieja
dirigente Elba Esther Gordillo.
La estrategia no fuera tan
censurable, si con ella no demoliera los intentos por mejorar los estándares de
calidad educativos en Tamaulipas. Un día perdido en un ciclo escolar, no parece
mucho. Se convierte (ese día), en una cuota patética y triste cuando se
encadena a decenas de jornadas laborales no cumplidas por un segmento de
profesores protegidos por el esperpéntico dirigente.
¿Hasta cuándo, se desligará la
educación de la politiquería?..
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