lunes, 26 de mayo de 2014

Salazar, el mercader…

El Fogón
José Ángel Solorio Martínez
Mayo 25 2014
El Partido Acción Nacional en el sur de Tamaulipas, es una organización sólida y protagónica.
      Más de seis décadas de actividad en esa región, han generado una muy potente militancia y una insoslayable presencia en la vida sociopolítica de ese trozo fundamental de la entidad.
      Ha gobernado Tampico, Madero y se ha quedado a muy pocos votos de administrar Altamira. Sus gobiernos, no han sido un paradigma de virtudes pero forman parte esencial de la historia de la alternancia en el estado.
       Los grandes capitanes de empresa, lo han utilizado como grupo de presión y de interés para rebelarse contra candidatos priistas que son considerados poco aceptables por las élites sureñas.
       Tampico, Madero y Altamira, han sido cuna de múltiples diputados federales y senadores azules tanto de mayoría como de representación proporcional. (Para justipreciar el asunto, hay que decir que muy poco han hecho en esas responsabilidades parlamentarias los legisladores panistas).
       Sin duda: es un partido exitoso en esa relevante región tamaulipeca.
       Esa cadena de triunfos, no sólo ha traído prosperidad y felicidad al PAN.
       Ha arrastrado consigo, a la vez, a un grupo de panistas pragmáticos que han hecho de ese partido una franquicia con la cual lucran para acrecentar sus capitales personales, familiares.
       Si en el centro del estado, un Gustavo Cárdenas Gutiérrez se montó en el PAN para negociar por estipendios con sus dos candidaturas al gobierno de Tamaulipas (Primero contra Tomás Yarrington y luego contra Eugenio Hernández Flores) y la más reciente con su aspiración a la alcaldía de Ciudad Victoria (Se dejó caer antes de la pelea contra Alejandro Etienne Llano), Tampico tiene a su representante de similares contexturas: el químico Sergio Antonio Salazar Salazar.
       El químico Salazar, es un cuadro panista de alta presencia en el puerto.
       Por décadas, ha militado en el albiazul con gran talento.
       Fue por años, un abnegado panista que siempre mostró consistencia ideológica y espíritu opositor. Hasta que decidió cambiar sus pasos en el PAN, por pesos en el PRI. Su acercamiento con el tricolor, lo hicieron sus intereses empresariales. Propietario del laboratorio Lister -su nombre lo tomó del noble Sir Joseph Lister, cirujano y médico inglés pionero de la medicina antiséptica y de la medicina preventiva- es proveedor del gobierno de Tamaulipas.
       Cada año factura millones de pesos a la Secretaría de Salud. La oportunidad de convertir el PAN jaibo en una franquicia personal, llegó para el químico Salazar hace dos años. Era el precandidato a la alcaldía de Tampico más aventajado: les sacaba más de 20 puntos a sus contendientes internos.
       Entonces, apretó el gobierno estatal. Si Salazar, aceptaba la candidatura panista sus más de 40 millones de pesos de deuda del gobierno de Tamaulipas con el laboratorio Lister tardarían en salir. Si, renunciaba y apuntalaba, discretamente, al candidato priista se cubrirían esos pasivos y se convertiría en uno de los proveedores más felices de la administración estatal.
       Sin dar muchas explicaciones, Salazar Salazar, abandonó sus deseos de ser candidato y abonó el paso para que la candidata a la alcaldía fuera Teresa Sosa.
       Es esta dama, una militante confiable pero de bajo perfil para la disputa por una alcaldía. Con esa maniobra, se dejó el paso libre al priista Gustavo Torres Salinas que desde el inicio de su campaña salió con rostro derrotado.
       La estrategia del PRI, resultó eficaz: un Torres Salinas sin consenso y sin talento, llegó a administrar la ciudad. Salazar es un histórico del panismo sureño. Y como tal, ha acompañado a su partido en las duras y en las maduras.
       Su lealtad e institucionalidad, lo llevó a ocupar distinguidos cargos en la administración del Presidente Felipe Calderón. (En los dos sexenios panistas, crecieron su laboratorio Lister y sus negocios explosivamente).
       Vivió la dura prueba de la administración Calderón con la tragedia de las guarderías ABC. Salazar, era en parte, responsable de esos proyectos.
       Fue cesado ante lo espeluznante de los acontecimientos. (Algunos de sus detractores aseguran que el expediente sigue abierto.
       Asunto que no es de dudarse). Salazar, en los años 60 se sumó a centenares de empresarios que le dieron vigor al albiazul.
       Hoy, el químico se ha sumado a los mercaderes de la política que están desfondando al PAN tamaulipeco…

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