Polvorín
José
Ángel Solorio Martínez
Las políticas administrativas para la implementación de los
programas de obra pública en Tamaulipas, tiene sólo preferencial nombre: Javier
Niño.
Este
empresario, ha ganado las asignaciones de trabajos de construcción más
relevantes en la administración del gobernador Egidio Torre Cantú.
La quiebra de más de 200 empresas constructoras en los
últimos tres años, que han echado a la calle a más de 3 mil trabajadores no ha
sensibilizado al Secretario de Obras Públicas del estado, Manuel Rodríguez.
El Secretario Rodríguez –que ha empezado a autonombrarse
precandidato a la gubernatura por el PRI a pesar de haber militado en el PAN y
haber servido en la administración federal de Vicente Fox y de Felipe Calderón
,únicamente tiene ojos y contratos para el constructor Niño.
Ese sujeto –que goza de trato preferencial del gobernador
y de Rodríguez- realizó los trabajos de ampliación del puente sobre el San
Marcos lateral al Museo Tamux con lo cual se embolsó más de 50 millones de
pesos.
La obra
consistió en añadir un carril más al puente de algunos 300 metros. (Obra que a
todas luces, estuvo inflada en su presupuesto).
Hoy este aplicado Niño ha recibido otro dulce. Ganó sin
licitación de por medio, la ampliación de la calle 8. Este proyecto, anunciado
con gran orgullo por Torre Cantú, costará a los tamaulipecos 151 millones de
pesos. (Otro contrato desproporcionado: se trata de instalar camellones con
palmeras y una rotonda sobra esa céntrica rúa capitalina).
Al parecer, el mimado empresario, también ganó la
ampliación del puente sobre el San Marcos para comunicar a la populosa Colonia
Moderna y evitar la periódica destrucción de ese paso con las crecientes de
agua en tiempo de lluvias. 50 millones, nomás.
Es remotísimo que Manolo Rodríguez, sea el candidato del
PRI para suceder a su socio Torre Cantú.
Pero eso sí: ya tiene para financiar una campaña, que
nunca realizará…
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