Dos políticas de gasto público: las
neutras y las activas.
El
gasto público neutro se destina a fines concretos que benefician a la sociedad:
salud, educación, infraestructura, seguridad, etc. Esa política se implementó
en México desde mediados de los años 50 y en la década de los 60. Se
caracterizó por una inflación baja, estabilidad del tipo de cambio y
recuperación de los salarios reales. Esa política va acompañada de un orden
presupuestal.
El gasto público activo se basa en
las teorías keynesianas, que justifican un mayor gasto público y déficit
presupuestal como principal palanca para incrementar el crecimiento económico.
Lo más importante no es en que se gasta, sino gastar más para, según sus
seguidores, crecer y crear más empleos. Esa política se implementó en nuestro
país en la década de los 70 y 80, generando inflación, devaluación, recesión y
aumento en la corrupción.
En los años 90 se empezaron a
abandonar esas prácticas por sus devastadores resultados. Actualmente existe la
preocupación de que el actual gobierno busque utilizar nuevamente al gasto
público como principal motor de crecimiento como en la décadas de los 70 y 80.
Devaluación
Los verdaderos resultados de más
gasto público y déficit
La
experiencia de las últimas décadas nos enseña que no existe ninguna relación
directa entre un mayor gasto público y un mayor crecimiento económico
sostenido, así como tampoco una relación entre incrementar el déficit
presupuestal y reactivar la economía.
El crecimiento sano y duradero no se
logra con déficit ni gastos, sino por medio de la estabilidad, desregulación,
reformas estructurales y un entorno jurídico que garantice el orden, los
derechos de propiedad y una justicia expedita.
Una sociedad crece realmente cuando
producen más sus miembros, no cuando gastan más sus gobernantes.
Los fugaces crecimientos vía gasto
público pueden beneficiar a algunos grupos económicos, a los especuladores o
ayudar a un partido en el poder a ganar las elecciones, pero a mediano y largo
plazo ese gasto deficitario reduce salarios reales y aumenta los intereses de
los créditos.
Inflación
Luis
Pazos en twitter
reformas1
-Recesión
en Europa dejó claro que más gasto y deuda pública no impulsan un crecimiento
económico sano y duradero
-Quienes
ligan más gasto público con menos pobres ignoran resultados del mayor gasto
público en los 70 y 80.
-Sin
trasparencia más del 80% de los programas llamados "sociales", datos
de IMCO y GESOC.
-Aún
con aumento de impuestos es necesario recortar el gasto si no queremos regresar
a desequilibrios macro de los 70 y 80's
-"Si
crees que un impuesto a refrescos puede combatir obesidad, piensa que puede
hacer un impuesto a corrupción" NY Times
El
déficit público, la experiencia Española
El
déficit público acumulado en el periodo 2008-2013 asciende a 445.830 millones
de euros. Son cifras para echarse a temblar
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