Polvorín
José Ángel Solorio Martínez
La monarquía tamaulipeca, también tiene su
Reyna Madre. Es ella, una de las figuras más relevantes de Ciudad Mante,
Tamaulipas: Narcisa Cabriales de García. Intentó gobernar el pueblo hace algunos
años, pero la ciudadanía decidió votar por el PAN y elegir a un alcalde en sus
cabales. Ante el repudio popular, se refugió en la actividad cultural.
Admiradora de Sor Juana Inés de la Cruz, se dedicó a leer y a promover la
lectura de la obra de la monja. Para potenciar su trabajo, creó una asociación
de nombre Tamante.
Por algún tiempo, se le dificultó
financiar su proyecto.
La llegada de Libertad García
Cabriales, su hija, al Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes –la Reyna
de la Basura- cambió la suerte de la Reyna Madre. Como por ensalmo, se abrieron
las puertas del presupuesto y de su indispensabilidad en todo evento
artístico-cultural del pueblo.
La Monarca Madre, para evitar rumores, dejó la Presidencia de la
agrupación Tamante e instaló a una amiga de la Soberana de la Inmundicia: María
del Refugio Martínez Ocampo. De esa manera Doña Chicha –así se le conoce a la
Jefa de la Monarquía Mantense- sorteó cualquier malentendido.
Con la recomendación de la Jefa del ITCA la cobrona Majestad Madre se
embolsa casi un millón de pesos al año que el Cabildo de Ciudad Mante autorizó
para la fantasmagórica organización.
(Obvio: el acuerdo del cuerpo edilicio fue tomado en apego a un amigable
trueque. García Cabriales apoya con eventos culturales a la ciudad… y la ciudad
entrega una jugosa beca a Doña Chicha que, por interpósita amiga, llega a sus
sorjuanescas y siempre ávidas manos.)
Ante tanto estropicio, ¿a quién culpar?..
Dice Sor Juana:
¿O cuál es más de culpar, aunque cualquiera mal haga: la que peca por la
paga o el que paga por pecar?
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