Tiempos de Guerra
Feliciano Rangel Montoya
14/08/2013
Se acabó el partido monolítico, se
acabó el partido de cuadros, se acabó el partido de elites, ahora será un
partido de la militancia, de la base, eso dijo Gustavo Madero, líder nacional
del PAN.
Bueno eso dijo el político y líder
nacional, pero de eso a que los de a pie asciendan a los puestos cupulares, eso
como dijera la nana Goya, “esa es otra historia”, sería ir en contra de la
naturaleza del mismo partido.
Las reglas pueden cambiar, no así los
jugadores, ahí siguen siendo los mismos, los del Yunque, los ortodoxos, los de
la derecha, esos que se dicen pulcros e incapaces de cometer tropelías, esas
que se cometen en otros partidos como dicen ellos.
Aaaaaaa….pero qué diferencia hay del
decir, al hacer, ahí es donde las bocas callan, ahí es donde las tribus azules
se disputan el poder, ahí es donde salen a relucir los más de 200 millones de
pesos de presupuesto de la bancada panista en la cámara de senadores y que
decir de los dineros de la bancada en la cámara de diputados.
Amén de lo que digan, también el
partido goza de las prerrogativas que el proletariado a través del IFE otorga
como financiamiento público a los partidos políticos, una verdadera
millonada, algo más de 1000 millones de
pesos al año, sin que allá elecciones, esas son aparte.
Viendo todos los ríos de dinero que
corren alrededor de panismo, solo así se entiende por qué tanto barulló, tanto
escándalo por preservar el grupo de control e poder atreves de sus cambios de
estatutos.
Se podrán cambiar las reglas, pero si
la baraja y los jugadores son los mismos, de que sirve, de que sirve si en vez
de partido monolítico y cerrado, aparecerá un partido de tribus, saldría en ese
contexto más caro el caldo que las albóndigas.
Por mire usted al PRD, con pleitos
callejeros, todo por ser conformado por tribus, que reclaman su pedazo de poder
y para conseguirlos hacen marchas, plantones e inventan cada artilugio todo por
un pedazo de poder. Y amigos ese no es el PAN; que México quiere.
México necesita partidos serios,
responsables y democráticos, que hagan del servicio público, un verdadero
quehacer de la vida ciudadana, y en pro de la nación, ha pero se vale soñar.
De aquello
y lo demás…
Se fue Morelos Canseco, renuncio a su
cargo de secretario del trabajo, ahora se espera su relevo, que bien dicen
muchos podría ser un alcalde de los que salen el último día de septiembre.
Así se esperan más cambios, estaremos
al tanto, y por lo pronto Morelos Canseco, es el primero en estos cambios que
el gobernador Egidio Torre hace después de su reunión de análisis la semana
pasada.
P.D. Cambio,
es renovar.
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